5 retos que le esperan a la industria alimentaria en 2021

El año 2021 ha sido un año muy difícil para la industria alimentaria.  Sobre todo para la industria alimentaria en España. La combinación de tener que hacer frente a un aumento considerable de la demanda, junto con las restricciones en los procesos de fabricación debido a la pandemia de COVID19,  ha hecho la vida muy difícil para todos los implicados en la producción industrial en general. Pero, ahora que se empieza a ver la luz y los procesos de vacunación comienzan a ser efectivos, hay que mirar al futuro.

Vamos a analizar los 5 principales retos a los que se enfrentarán  los procesos y calidad en la industria alimentaria en este 2021

1. Seguir al mismo nivel en las normas de seguridad

El mundo ha estado viviendo con el COVID19 en el 2020 y la mitad del 2021. Por desgracia, el virus muestra pocas señales de desparecer. vigilar que se respeten las normas de seguridad en la industria es vital para mantener el alto nivel de confianza que los consumidores tienen en los fabricantes de alimentos en España.  Esto incluye asegurarse de que tanto la comida en nuestros platos es segura para comer y que las personas que estaban trabajando en las líneas de producción han estado seguros también.

La industria alimentaria es uno de esos sectores en los que no es posible el teletrabajo. Es imposible encajar fruta en las cajas a través de internet. Mantener a los trabajadores seguros y confiados no ha resultado nada fácil. Mantener las máquinas en funcionamiento requiere de personal cualificado que no esté preocupado por su seguridad. Por ejemplo, las encajadoras automáticas de fruta, necesitan de personal cualificado para trabajar las 24 horas que se les requieren.

A pesar del aumento de casos positivos tras el descubrimiento de una nueva cepa en el Reino Unido, el sector está ahora mucho más equipado para hacer frente al virus. Como tal, los fabricantes deben esperar que las inspecciones físicas se reanuden y se preparen.

2. Sostenibilidad de la industria alimentaria

Con la vacuna ya en circulación, parece que la pandemia del COVID-19 llegará a su fin en algún momento de  este 2021. Sin embargo, la emergencia climática no ha terminado. Si bien, los problemas de sostenibilidad dentro de la industria alimentaria han pasado a un segundo plano, es comprensible que vuelvan a ser de importancia vital muy pronto. de hecho,  el progreso realizado en la eliminación de los plásticos de un solo uso de la industria alimentaria,  ha dado algunos pasos atrás.

El uso del envoltorio de plástico, que estaba siendo arrinconado, ha sufrido una vuelta atrás,  impulsado por las precauciones y peticiones de los consumidores sobre la contaminación por virus. solo tenemos que entrar en cualquier  supermercado para ver la cantidad de plástico que rodea todos los alimentos como la fruta y verdura. Incluso, pantallas de plástico para separar los artículos y los productos del consumidor. Es vital que la industria alimentaria vuelva a intentar mantener la sostenibilidad en el primer lugar de la lista de prioridades de los próximos años, para que no volvamos atrás en nuestra lucha contra el cambio climático.

Por otra parte,  2021 también esta siendo  el año en que el problema masivo del desperdicio de alimentos se esta viendo agravado.

Las estadísticas en torno al desperdicio mundial de alimentos son bastante sorprendentes. La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación informa que, la cantidad de alimentos desperdiciados esta en torno a 1,6 mil millones de toneladas. La huella de carbono de todos estos alimentos desechados se estima en 3,3 mil millones de toneladas.

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3. Las paradas de producción afectan al consumidor y a su suministro

La hostelería ha tenido que adaptarse al máximo durante 2020 y mucho más en 2021.  Han sido obligados a transformarse de un mercado principal de consumo por parte de las personas a una industria discriminada dedicada a la comida para llevar.  Esto ha provocado muchas preocupaciones sobre todo cuando se trata de proporcionar suficiente información sobre alérgenos de los alimentos cara al cliente final.  Sencillamente, no existe esa red de seguridad de interacción física para comprobar que un determinado plato no contiene frutos secos, por ejemplo. Los envases improvisados no han podido o no se ha pensado, en mostrar toda esa información.

Las empresas, a partir de este 2021,  tendrán que seguir asegurándose de que sus clientes reciben la información necesaria sobre alérgenos, independientemente de si están sentados en la mesa de un restaurante o frente a su televisor en casa.

En la mayoría de países de Europa, los restaurantes y la hostelería en general, están siendo obligados a abrir y cerrar dependiendo de las tasas de incidencia del coronavirus. Esta dinámica de encendido y apagado presentará nuevos desafíos a los restaurantes, como, por ejemplo,  determinar cuántos empleados se necesitan durante los períodos que solo se puede ofertar comida para llevar, o si las cantidades de pedidos van a cambiar según la posibilidad de venta.

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4. Fraude alimentario

Aparte de los problemas de suministro y los problemas de logística que ha presentado la pandemia, las condiciones producidas por el COVID-19 dieron (y todavía están dando) una amplia oportunidad para los delincuentes dentro de la industria alimentaria. Un aumento en la demanda junto con la recesión económica para muchos ciudadanos, ha significado que,   la prioridad, era conseguir alimentos lo más barato posible, abriendo la puerta para delincuentes sin escrúpulos que se aprovechan de la necesidad. Esto ha afectado, y mucho a los procesos y calidad en la industria alimentaria.

Un estudio del gobierno canadiense sugirió que más de una cuarta parte de la miel había sido adulterada en 2019. También se estudian posibles fraudes masivos, muy extendidos, en el mercado de las especias, y que la salvia, en particular, es muy vulnerable a las modificaciones. A pesar de esto, vale la pena señalar que algunas del sector lo han hecho muy bien creando cadenas robustas de seguridad alimentaria.

El deseo de alimentos baratos nos ha llevado por un camino que nos afectará durante años.  Mientras esta tendencia se mantenga, los delitos alimentarios continuarán. Corresponde a la industria crear métodos de seguridad para combatir un problema que amenaza con acabar con la confianza en determinados productos y productores.

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5. Industria alimentaria 2.0

El COVID19 nos ha enseñado muchas cosas y en medio de todos los aspectos más negativos, también, ha habido un cambio positivo y una nueva apreciación sobre la industria alimentaria. También ha acelerado ciertas tendencias que, sin duda, estaban intentando florecer.  A medida que el mundo continúa enfrentándose a los desafíos del COVID19, la era digital ha ido abriéndose paso muy poco a poco dentro de un sector que se resiste con fuerza a los cambios.

Las empresas que aún no se han adaptado deberán hacerlo para sobrevivir. Sa tecnología se vuelve más y más importante según van pasando los años. Ya sea una integración de inspecciones virtuales y físicas en el futuro, el uso de blockchain para rastrear mejor los suministros y prevenir el fraude, los menús de restaurantes online o la carne cultivada. Solo estamos ante la culminación de la Era digital.

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